¡Bienvenido a la jornada de puertas abiertas!
Tenemos la suerte de poder visitar nuestras instituciones democráticas junto con aquellos que nos representan cuando las abren para nosotros. El Congreso lo hace desde 1997 con motivo de cada 6 de Diciembre en el día de nuestra Constitución Española de 1978.
Entrada: los majestuosos leones que protegen el Congreso de los Diputados y su escalinata.
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Daoiz y Velarde - hechos con un gran cañón de la Guerra de África y fundidos en bronce en la Maestranza de Sevilla en 1866 - flanquean el Congreso de los Diputados - y además de ver pasar mucha historia delante de sus ojos, son la memoria de los héroes del levantamiento del 2 de Mayo y simbolizan a Madrid y a España.
Los ciudadanos que se agolpan para entrar por "la puerta grande" en esta ocasión pueden sentarse en los escaños del Hemiciclo, pasear por los salones y descubrir el maravilloso patrimonio histórico y artístico que es sede parlamentaria desde 1850.
https://www.constitucion40.com/celebra-40-anos-de-constitucion-en-las-puertas-abiertas-de-congreso-y-senado/
Pero, ¿quién entra por las otras puertas?
Se habla mucho de "puertas giratorias" como aquellas que permiten el paso de los altos cargos que han estado en política a la empresa privada... que tan malas parecen y que todo el mundo termina utilizando, por otra parte...
Pero por la puerta "trasera" de la Calle Cedaceros entran todos los que no son famosos y trabajan allí. Tras acreditarse y pasar un control de seguridad, elige el edificio al que vas por los largos pasillos llenos de despachos de diputados con sus asistentes cruzándote con ujieres que van de aquí allá llevando notificaciones o recados.
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Entraba a Palacio donde iba a estar mi oficina. Aunque no era, sin duda, una oficina convencional.
Mesas de la época de Cánovas del Castillo iban a fusionarse con la tecnología de pcs, tablets, iphones para ayudar a sus Señorías. El papel de los órdenes del día o los índices de la Mesa se digitalizaban en una base de datos telemática junto con el Registro de todas las propuestas, proposiciones y peticiones.
La Mesa, para aquellos que os suene a chino, es el órgano de Gobierno del Congreso de los Diputados: la que decide los temas que se tratarán, la que da permiso para hacer cosas y en la que todos los partidos políticos se disputan una silla para estar en las negociaciones y decisiones.
Una agenda llena marcada por la actividad parlamentaria y lo que quedaba de tiempo, para lo que no era parlamentario.
Lo institucional y lo social estaban juntos sobre la mesa.
Las personas eran las protagonistas.
Por un lado, los diputados, casi sin importar a qué partido político pertenecían, al salir del Hemiciclo, todos se relacionaban entre sí en un equilibrio casi perfecto.
Por el otro, los ciudadanos que anhelaban - y lo siguen haciendo - saber más de la institución y ésta, que debería pensar más en los ciudadanos.